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Condenado a seis años de cárcel por una violación en un descampado de Palma

El acusado había conocido a la víctima esa misma tarde y después la forzó dentro de su vehículo

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La Audiencia de Palma ha condenado a seis años de prisión a Claudio Morcillo León, de 61 años de edad, que ha sido declarado culpable de un delito de agresión sexual. El acusado violó a una mujer, mucho más joven que él, a la que había conocido a través de un anuncio publicado en la prensa. Como consecuencia de esta desagradable experiencia la víctima sufre un trastorno post-traumático, que precisó ayuda psicológica. Los hechos se remontan al mes de enero del pasado año. El acusado leyó un anuncio en el que una mujer quería mantener relaciones amistosas con personas de ambos sexos, y con edades entre los 45 a 60 años.

El acusado concertó una cita con esta mujer, de 48 años de edad, en la tarde del día 31 de enero. Dijo llamarse Antonio. Se vieron en la calle principal de Son Rapinya. Hablaron durante media hora. El acusado se ofreció a llevarla por la noche con su coche a una discoteca, donde ella había quedado citada con una amiga.

La sentencia señala que cuando llegaron al citado local, la amiga no estaba en la puerta. En ese momento la mujer le pidió al acusado que, por favor, la acompañara a su casa con el coche, y él aceptó. Cuando el vehículo llegó a la altura del domicilio de la mujer, no se detuvo. El conductor se dirigió a un descampado próximo a Son Vida. Claudio se excusó diciendo que «iban a relajarse un rato». La mujer le anunció a su acompañante que no le agradaba detenerse en ese descampado. El individuo no le hizo caso. Abatió los asientos de su coche, y con el único deseo de satisfacer sus apetencias sexuales, se colocó encima de la mujer que había conocido esa misma tarde.

Después logró inmovilizarla bajándole los pantalones y la ropa interior. En ese momento Claudio le anunció a la mujer que iba a estrangularla si continuaba oponiéndose a mantener relaciones. La sentencia confirma que el acusado penetró a la mujer vaginalmente, hasta consumar el acto sexual, en dos ocasiones. Una vez satisfechos sus deseos, el violador arrancó el coche y trasladó a la mujer al mismo sitio donde la había recogido.

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