El Grup Operatiu de la Policía Local de Palma continuó ayer la investigación del homicidio cometido en la noche del pasado lunes en Son Pizà, en el que murió Gary Yera, un subsahariano de 29 años de edad. Hasta el momento la policía ha localizado, al menos, a diez testigos que presenciaron la pelea entre Gary y Gustavo G.L, la persona que ha sido detenida acusada de ser el presunto autor de este crimen. Precisamente ayer los investigadores solicitaron autorización judicial para realizar un registro en la vivienda del detenido, situada en la calle Pascual Ribot de Palma. En la inspección se han encontrado pruebas que, presuntamente, implican al detenido.
Entre los testigos hay varios que han confirmado que días antes el joven africano y el detenido se habían enfrentado. Según parece, la discusión estaba relacionada con un «trapicheo» de hachís. El pasado lunes por la noche Gary llegó al parque de Son Pizà con su novia. Allí se encontró con Gustavo y de nuevo iniciaron una discusión. Según parece, el subsahariano cogió una barra de hierro y se enfrentó a su oponente. Gustavo, por su parte, sacó un cuchillo y no sólo logró repeler la agresión con la barra, sino que, supuestamente, después apuñaló a Gary, que resultó gravemente herido. El presunto homicida, al darse cuenta de lo ocurrido, huyó del parque y se llevó el arma con él.
La policía tiene la seguridad de que se marchó a su casa y allí, al parecer, se limpió las manchas de sangre y posiblemente también escondió el arma. Sin embargo, minutos después regresó al lugar donde se había producido la pelea y cuando Gary Yera ya había muerto en el PAC de Son Pizà. Los testigos lo identificaron como el presunto agresor, por lo que fue arrestado.