El fiscal pedirá hoy cuatro años de prisión y una indemnización de 2.000.000 de pesetas para un joven de 24 años, vecino de Palma, que supuestamente se hacía pasar por entrenador de fútbol para abusar de menores. El caso de A.M.F. levantó una fuerte polémica el año pasado ya que quedó en libertad por dos veces consecutivas tras declarar ante los jueces por presuntos abusos sexuales a niños de entre 7 y 10 años.
La acusación particular, representada por el bufete de abogados de Jaime Fiol, solicita tres años de cárcel por uno de los dos asuntos que se juzgará hoy en la sala de lo Penal número 4, presidida por el juez Carlos Izquierdo Téllez. El modus operandi del sospechoso, que hasta la fecha carecía de antecedentes policiales, era siempre el mismo: merodeaba a bordo de su coche por zonas próximas a Son Gotleu en donde solían reunirse pandillas de niños. Luego se acercaba a ellos con la excusa de que era entrenador de fútbol e iba a hacerles unas pruebas. Al menos cuatro muchachos fueron sometidos a vejaciones sexuales en un corto período de tiempo y la policía detuvo, por dos veces, a A.M.F. El joven negó las acusaciones y en una y otra ocasión quedó en libertad, lo que provocó las iras de los padres de las víctimas, que reclamaron una actuación judicial en consonancia con la gravedad de los hechos.
Las fuentes judiciales consultadas afirmaron ayer que el procesado deberá probar «sin género de dudas» que era entrenador de fútbol y añadieron que las pruebas del ADN solicitadas por la acusación particular han sido denegadas por el juez porque no se habían pedido de forma anticipada.