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Un joven de 20 años fallece en un accidente de tráfico en la autopista

El coche en el que viajaba como ocupante perdió el control en el desvío a Can Pastilla

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Un joven de 20 años de edad, vecino de la localidad de Llucmajor, llamado Bartolomé Cortés Burguera, falleció como consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido ayer domingo en Palma.

Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que el suceso se había producido a las siete de la mañana de ayer en el kilómetro 8 de la autopista de Palma a s'Arenal, en concreto a la altura del desvío en dirección hacia la zona de Can Pastilla.

El fallecido viajaba como ocupante en un turismo Peugeot 205, que conducía un joven de 19 años de edad, llamado Nicolás F.R. Este joven se encuentra ingresado en la Clínica Juaneda de Palma y su estado es muy grave, según confirmaron fuentes médicas.

Por circunstancias que se desconocen todavía, el conductor del vehículo perdió el control. El turismo, en una trayectoria sin control, golpeó una señal de tráfico y a continuación dio varias vueltas de campana.

Otro coche que circulaba detrás del vehículo en el que viajaban los dos jóvenes, se vio sorprendido por esta extraña maniobra. El conductor, llamado José B.G., de 28 años, se vio obligado a frenar bruscamente su Opel Corsa, si bien no evitó que tampoco involucrarse en el accidente. Un tercer coche, que venía circulando, golpeó por detrás al Opel. El conductor de este tercer vehículo salió ileso.

El turismo Peugeot 205, en el que viajaban Bartolomé y Nicolás, sufrió graves daños. Los dos ocupantes quedaron atrapados entre los hierros. Al lugar de los hechos se personaron con rapidez varias dotaciones de la Policía Local, de la Guardia Civil, de los bomberos. También acudieron varias ambulancias de Illes Balears, que se encargaron de asistir a los dos heridos del accidente, que fueron evacuados a una clínica de Palma, donde se recuperan de las lesiones que presentan. La persona que al final resultó fallecida quedó atrapada entre el amasijo de hierros. Los sanitarios comprobaron que no tenía constantes vitales, al morir por las graves lesiones que había sufrido.

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