La Policía Judicial de la Guardia Civil ha concluido la investigación sobre el vigilante jurado que apareció en el mes de marzo pasado en el arcén de la autopista de s'Arenal, en estado crítico y con la cabeza destrozada. Los investigadores no descartan que Indalecio Llort Jiménez, la víctima, que permanece en estado vegetal, fuera atropellada por un coche, pero en el informe también se destaca la posibilidad -más probable- de que fuera atacado por una o varias personas. El juez del caso tiene ahora la última palabra.
La labor de la Benemérita ha sido ingente y a lo largo de estos meses han tomado declaración a todas las personas que esa noche del 28 de marzo tuvieron algún contacto con el vigilante jurado o fueron testigos de algún episodio relacionado con él. Sin embargo, la Policía Judicial tenía especial interés en entrevistarse con el trabajador convaleciente para despejar, de una vez por todas, las numerosas incógnitas que rodean su caso. La reunión no es posible porque Indalecio nunca volverá a ser el que era, pero aún así las gestiones policiales han sido ímprobas.
El vecino de Palma, poco antes de aparecer en estado crítico en el arcén, mantuvo una discusión con un hombre en una croisantería. Había salido a cenar con unos amigos y había consumido alcohol. Los testigos de la pelea dieron aviso al Cuerpo Nacional de Policía y dos agentes se desplazaron al local y tranquilizaron a Indalecio. Sus compañeros también fueron localizados por los investigadores pero existe una 'laguna' esa noche en la que se pierde la pista del vigilante jurado, hasta que es encontrado a varios kilómetros sobre el asfalto. La Guardia Civil no descarta que fuera atropellado -en su cara se hallaron restos de caucho de una rueda- si bien la hipótesis que tiene más fuerza es que fue golpeado por tres veces en la cabeza, presumiblemente con un objeto contundente.