La Audiencia de Palma ha condenado a tres empresas constructoras por su responsabilidad en el accidente que sufrió un trabajador, que quedó inválido tras caerse en una obra que se realizaba en el aeropuerto de Son Sant Joan. El trabajador, que en la fecha del accidente contaba con 26 años de edad, percibirá una indemnización de diez millones de pesetas, que deberán pagar las tres empresas condenadas de forma solidaria.
El accidente ocurrió el día 23 de enero de 1996. El trabajador, que fue enviado desde Valladolid para realizar esta obra en Palma, se precipitó desde una altura de doce metros. El tribunal señala que el accidente se produjo porque el trabajador, que estaba reparando el tejado de un nuevo hangar, no pudo utilizar el cinturón de seguridad al no existir ningún punto de anclaje para sujetarlo. Como consecuencia de la caída el joven estuvo varias semanas ingresado en el hospital. Se lesionó un brazo, del que ha perdido la mitad de la movilidad. También se lastimó la cadera y la pierna izquierda.
La sentencia denuncia que la empresa constructora no informó de este accidente al día siguiente, como le exige la ley. Tuvo que ser la inspección de trabajo de Valladolid la que solicitara un informe. El inspector acudió a la obra dos meses después del accidente sin que, evidentemente, detectara ninguna anomalía. Se da la circunstancia que al día siguiente del accidente se debía entregar la obra, por lo que ya se habían retirado los andamios de protección y otras medidas de seguridad.