Desde hace unos meses una media docena de perros, especialmente pastores alemanes, atacan a los rebaños de ovejas de diversas posesiones de Marratxí, causándoles abundantes bajas y destrozos.
Miquel, el pastor de Son Macià, y su esposa Catalina cuentan indignados que estos perros tienen dueño, pero viven sueltos la mayor parte de la semana. Proceden de las urbanizaciones de Can Conill y Son Pisanet y se agrupan para ir a buscar sus presas. Según explica Miquel «lo hacen por diversión», por ansias de hacer daño. En cada ataque mueren ovejas en el acto por mordeduras en el cuello, pero hay otras que perecen al cabo de un tiempo debido a las secuelas de mordeduras en la barriga o el bajo vientre. Asimismo, a raíz de estas agresiones se producen gran cantidad de abortos. Estos ataques se han producido en las posesiones del Caülls, Son Sureda, la Vinya dels Caülls y Son Macià, aunque también han tenido noticias de agresiones en algunas fincas de Bunyola, como Son Vivot, s'Extremera nova y s'Extremera Vella. Además de ovejas, entre las víctimas también se encuentran conejos, cabras y pavos.
En varias ocasiones se han puesto en contacto con la Policía Local, la Guardia Civil, el ayuntamiento, la Protectora de Animales e incluso, el servicio de emergencia del 112, para denunciar los hechos y reclamar ayuda, incluso para solicitar asilo para animales abandonados, pero sólo se han conseguido «buenas palabras», sin ninguna efectividad. Miquel y Catalina explican que las compañías de seguros no cubren el daño real ya que únicamente cuentan las muertes directas. En todo caso, aseguran que «no es cuestión de seguros, sencillamente no debería pasar». «Estas cosas no pasaban "comenta Miquel" cuando el guarda rural Perico estaba en activo y controlaba las andanzas por Marratxí del ganado y de los perros».