La Direcció General de Biodiversitat, dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, estudia la instalación de cámaras de rayos infrarrojos en puntos estratégicos de la sierra en Balears para detectar rápidamente el menor indicio de incendio.
Según el director general, Josep Manel Gómez, «las cámaras de rayos infrarrojos serían una incorporación de tecnología militar a usos civiles que ya se ha realizado en otros lugares del Estado, como en Catalunya y los montes de Toledo. Estos aparatos son capaces de detectar un encendedor o cualquier pequeño punto de calor». Gómez añade que «una cuestión importante en esta actuación será la selección adecuada de las instalaciones. Una cobertura con núcleos urbanos no es muy práctica, ya que la presencia humana podría constituir un factor distorsionador. Por lo tanto, hay que elegir otro tipo de ubicaciones para disponer de panorámicas lo más amplias posibles». Las actuales torres de vigilancia para los incendios forestales serían una buena ubicación, además de la incorporación de estos aparatos a los medios aéreos.