La Policía Judicial de la Guardia Civil de Pollença ha desarticulado una banda formaba por ciudadanos chinos que traía a Mallorca a inmigrantes de esa nacionalidad a los que luego «explotaba» laboralmente. La operación todavía no ha finalizado y en las próximas horas podrían practicarse nuevas detenciones. Desde la Comandancia de Palma no se facilitó ayer ningún tipo de información sobre la banda desmantelada, ya que el caso se halla en fase de investigación y los responsables temen que cualquier detalle sobre el desenlace de los acontecimientos afecte al resultado final.
Sea como fuere, desde fuentes judiciales se pudo confirmar que de momento son tres los ciudadanos chinos detenidos en la zona norte de Mallorca. El Juzgado de Instrucción número 4 de Inca fue puesto el lunes al corriente de la operación y los tres acusados, cuyas identidades no han trascendido, serán presentados al juez en las próximas horas. De los datos obtenidos hasta la fecha se desprende que la operación se inició después de que la Policía Judicial de Pollença recibiera ciertas informaciones que apuntaban a que una organización traía a Mallorca a inmigrantes de su país, y que una vez aquí no se encontraban con las facilidades laborales que les habían prometido.
Los «ilegales», que al parecer esperaban inútilmente que su situación legal fuera normalizada, eran empleados en negocios relacionados con la hostelería y recibían salarios ínfimos. Los inmigrantes no se rebelaban por temor a ser expulsados del país. El aumento de la inmigración china en la Isla ha sido imparable en la última década y según fuentes policiales, un número muy elevado de estos ciudadanos permanecen en la Isla sin regularizarse, algunos todavía sometidos por las «tríadas» (mafia china).