Una vecina de Palma soportó estoicamente en la madrugada del miércoles como su ex marido hacía sonar el timbre de su casa durante toda la noche, mientras ella se negaba a franquearle la puerta. El aparato de la puerta no aguantó tanto como la señora y al final, tras aquel ajetreo nocturno, reventó.
Un portavoz del cuartel de San Fernando relató que la sala del 092 tuvo conocimiento del incidente doméstico sobre las 6'30 horas, cuando la víctima se puso en contacto telefónico con ellos. Una patrulla llegó a la vivienda palmesana y fue informada de que el individuo en cuestión era el ex marido de una de las vecinas y que se había pasado toda la noche llamando al timbre. La relación entre ellos estaba desde hace tiempo muy deteriorada y la mujer ni tan siquiera quiso hablar con él. Los gritos del varón y el timbre despertaron a varios residentes, que intentaron convencerle para que desistiera en su empeño de ver a la mujer y se marchara a su casa, al menos hasta el día siguiente.
El arrestado, de 33 años de edad, inutilizó finalmente el dictáfono e insistió en hablar con su ex mujer para que le entregara 10.000 pesetas. Los agentes municipales consiguieron disuadirlo, pero a las nueve de la mañana el 092 fue comisionada de nuevo en aquel edificio. El ex marido había regresado y en esta ocasión se encontraba aún más furioso. En un arrebato dijo que iba a matarla y luego quemarle la casa y, ante este panorama, la policía decidió tomar cartas en el asunto para evitar que cumpliera las amenazas. El sospechoso, sin embargo, ya había escapado y fue necesario montar un dispositivo de búsqueda para dar con él. La víctima, de 34 años, explicó mientras tanto que este tipo de situaciones no eran nuevas para ella y que ya había interpuesto una denuncia contra su ex marido por hechos similares.