Las esperanzas de encontrar con vida al turista danés que se fugó de Son Dureta el pasado día 11 de julio, y del que no se habían vuelto a tener noticias, se desvanecieron en la mañana de ayer cuando su cuerpo sin vida y en avanzado estado de descomposición fue hallado en un descampado de Son Rapinya. Según informaron en fuentes del juzgado de guardia, Ivan Anderson, de 48 años, llevaba al menos una semana fallecido y sus restos se encontraban semiocultos, lo que dificultó su localización.
Precisamente ayer, antes de que se conociera el triste final del veraneante danés, los diplomáticos de ese país en España insistieron para que continuara la búsqueda. Al final se acordó que se llevaría a cabo un gran dispositivo para dar con Ivan Anderson, que finalmente no será necesario. El caso del danés se conoció cuando Lis Nyrup, su hermana, y Tage, su cuñado, viajaron expresamente a la Isla para pedir la colaboración ciudadana. Según relataron, Ivan padecía una enfermedad terminal que le habían diagnosticado recientemente y decidió viajar a Mallorca con su esposa y tres de sus seis hijos, en las que iban a ser sus últimas vacaciones.
De imprevisto su estado empeoró y fue internado en una clínica privada. Los médicos le recomendaron que fuera examinado en la unidad de psiquiatría de Son Dureta y cuando estaba en urgencias, esperando en una camilla, se levantó y se marchó sin que nadie lo viera. Desde aquel día, 11 de julio, todos los intentos por dar con él fueron infructuosos y su familia permaneció en la Isla hasta que se acabaron sus recursos económicos, que sufragaban los compañeros de trabajo de su esposa. La policía está investigando ahora qué le pasó al turista danés y en las próximas horas se le practicará la autopsia.