El contable del hotel de Alcúdia que cometió un desfalco de más de 71 millones de pesetas para destinarlo al juego ha sido condenado a dos años de cárcel. Esta sanción, impuesta por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, no conlleva el ingreso en la cárcel de Ignacio Torras Alomar ya que, al ser una pena inferior a los dos años, se le puede conceder la libertad condicional, independientemente de la elevada cantidad económica que robó de la empresa en la que trabajaba. El tribunal acepta que el comportamiento del acusado se atenúa por su ludopatía.
Ignacio Torras, que tiene 32 años de edad, comenzó a trabajar como interventor en un hotel. Inició este trabajo en el mes de junio del pasado año y aguantó hasta el mes de septiembre, cuando fue descubierto el desfalco. El acusado controlaba la recaudación diaria del hotel. Las normas de contabilidad le obligaban a ingresar a diario la recaudación del hotel en la cuenta bancaria. Sin embargo, el acusado se quedaba con las recaudaciones del hotel, pero falseaba la contabilidad de tal forma que no se descubriera el desfalco. Anotaba diariamente en los libros de contabilidad el dinero que se recaudaba, pero después no lo ingresaba en el banco.
Según reconoce el tribunal, con este sistema el acusado logró apoderarse de 71.402.464 pesetas. Este dinero lo invirtió casi todo en operaciones de bolsa, en la cartera de riesgos, pero lo perdió todo.
Cuando sabía que le iban a descubrir dejó el trabajo y se marchó a Barcelona. Días después negoció su entrega en el juzgado de Inca, donde acudió acompañado de un abogado. Aquel día ingresó en prisión. Ignacio Torras no ha negado nunca que hubiera cometido este desfalco. Sin embargo, para justificarse elude que sufre una grave ludopatía, y que es incapaz de controlarse cuando tiene deseos de jugar.