AGENCIAS - KAMPALA
El techo de la improvisada iglesia se derrumbó sobre los adeptos de
la secta que habían incendiado el edificio el pasado viernes en
Kanungu. «Esperamos una máquina para retirar los escombros», dijo
ayer el jefe de la policía ugandesa, indicando que los cuerpos
tenían que ser enterrados por la noche en una fosa común. En las
letrinas del edificio se han encontrado cuerpos de personas
aparentemente asesinadas, según el policía, que añadió: «Creemos
que hay cinco, pero no lo sabremos con seguridad hasta que hayamos
recibido el equipo para romper el hormigón de las letrinas»,
precisando que se está «tratando el caso como un suicidio, pero los
arrojados a las letrinas probablemente fueron asesinados». La secta
religiosa apocalíptica ugandesa «Doomsday» estaba siendo
investigada por las autoridades por abuso y secuestro de niños. La
policía ha informado que ordenó el cierre de una escuela con 300
alumnos regida por los líderes religiosos de la secta. Los padres
de algunos de los menores acusaron a Joseph Kibweteere, líder del
culto religioso, y a sus colaboradores más cercanos, de causar
daños físicos a sus propios hijos, además de forzarlos a trabajar
en tareas propias de personas de más edad.
Los niños abrasados en el 'suicidio colectivo' son casi un centenar
La policía ugandesa investigaba a la secta por secuestro y torturas a menores