«Os habéis equivocado de hombre». El individuo detenido por apuñalar, supuestamente, a un vecino de Son Armadams que lo sorprendió robando en su chalet negó nada más ser arrestado tener relación con los hechos ocurridos el miércoles día 1. Pese a todo, la Policía Local considera que existen pruebas inculpatorias suficientes y está previsto que hoy declare ante la autoridad judicial.
Ultima Hora pudo saber ayer que el acusado pasó cerca de ocho años en la cárcel, cumpliendo una condena por robos en domicilios. Hace unos dos salió en libertad y consiguió 'desengancharse' de la cocaína, aunque luego volvió a recaer.
Esa adicción fue, precisamente, la que según la policía llevó a Antonio M.F., de 34 años, a entrar en el chalet del número 16 de la calle Alférez Cerdà, en la barriada palmesana de Son Armadams. Su intención, de acuerdo con la hipótesis policial, era sustraer dinero de la vivienda y escapar sin ser descubierto; pero todo se truncó cuando Pedro Carretero, de 75 años, entró en la cocina y lo descubrió. El hombre se sintió acorralado y lo apuñaló por dos ocasiones.
Los días siguientes a la brutal agresión fueron frenéticos en el cuartel de San Fernando: el GISD (Grupo de Instrucción y Seguimiento de Denuncias) y la Policía Judicial examinaron la casa de Son Armadams en busca de indicios, pero fue un agente de la Unitat de Centre quién halló la pista correcta. A partir de ahí se averiguó que el ladrón se había gastado algo más de 5.000 pesetas que le quedaban del botín en una papelina de cocaína. Cuando la compraba comentó, al parecer, lo ocurrido en el chalet. Así las cosas, el lunes por la noche se localizó al principal sospechoso, Antonio M., cuando regresaba a casa, en Cala Major.