Geovanna no sabe nada; sólo que debía viajar a Mallorca con un alijo de cocaína, cobrar una elevada cantidad de dinero y regresar a Madrid, en donde vive. La 'correo' detenida en la madrugada de ayer por la Guardia Civil en el aeropuerto de Son Sant Joan llevaba adosado a su cuerpo 530 gramos de cocaína en roca, un alijo equivalente a 6.000 dosis.
La joven ecuatoriana, de 21 años, llegó a la Isla en un vuelo procedente de la Capital. El GIFA (Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga) había montado un dispositivo de vigilancia en Son Sant Joan, pero no sospechaba de la sudamericana. Se trataba de un servicio de rutina en estas fechas, cuando llegan partidas de cocaína y 'éxtasis' destinadas al consumo en estas fiestas navideñas.
Los funcionarios repararon en Geovanna M.C.C. por su comportamiento nervioso. Miraba continuamente a su alrededor, como si se sintiera inquieta y cuando un agente se acercó a ella su intranquilidad fue en aumento. La Benemérita le pidió la documentación y la chica, balbuceando, replicó que no la llevaba encima. Los funcionarios antidroga decidieron entonces registrar sus ropas y pertenencias y en una faja adosada al abdomen se encontró la droga.
La 'correo' vive en la calle Isla de Gomera, en Madrid, y trabaja en una discoteca. Según se desprende de la investigación, en Palma no conocía a nadie ni tenía 'contactos'. Lo único que debía hacer era llegar a la Isla con el alijo y una vez en Son Sant Joan 'ellos' se pondrían en contacto con la joven. Sólo los conocía de hablar por teléfono y esperaba, con el dinero 'extra' que iba a recibir, salir de su delicada situación económica.