El cadáver de Sebastián Mut, un vecino de la palmesana barriada de sa Vileta, de 45 años de edad, fue descubierto la mañana del 16 de julio del presente año en uno de los lagos artificiales del campo de golf de Son Muntaner, entre Son Rapinya y Son Vida. El cadáver llevaba varios días en el agua y presentaba una serie de detalles que hicieron sospechar a los policías que podía tratarse de un homicidio. En Palma se efectuó la autopsia y del informe emitido no se descartaba la muerte violenta, por lo que el caso se siguió investigando como tal.
Los policías dedicaron multitud de horas a investigar a personas que se hubieran relacionado con la víctima y se llegaron a plantear una serie de sospechas. Pero semanas después, conforme iba avanzando la investigación, los policías comenzaron a tener serias dudas sobre la naturaleza del caso, dudas que no se disipaban con la autopsia efectuada en Palma. Se supo, por ejemplo, que Sebastián Mut había estado tomando unas copas en un bar la noche en la que fue visto por última vez.
Después se comprobó que se desplazó en un taxi hasta Son Muntaner, y que ése era un lugar al que solía acudir en verano para bañarse en uno de los lagos artificiales. Se comenzó entonces a plantear seriamente la posibilidad de que se hubiera tratado de una muerte accidental. Se solicitó la opinión de forenses sobre una serie de marcas que habían aparecido en el cuello de la víctima, y de las que en principio se apuntó la posibilidad de que hubiera muerto estrangulado.