Un camión cisterna vertió ayer 35.000 kilógramos de residuos fecales procedentes de una depuradora sobre la carretera Palma-Manacor. Se abrió la compuerta de la cisterna y los restos se desparramaron sobre la vía, provocando retenciones de tráfico de varias horas.
Los hechos ocurrieron sobre las 8'30 horas de la mañana de ayer y para limpiar la calzada los bomberos de Manacor, Artà y Llucmajor necesitaron tres horas.
El camión desparramó los residuos fecales a lo largo de 4 kilómetros. El conductos no se dio cuanta de la circunstancia hasta que había recorrido los citados 4 kilómetros. El vertido empezó en el cruce de Petra en dirección a Vilafranca. Las retenciones provocadas por el vertido y la posterior limpieza llegaron a tener 5 kilómetros y la Guardia Civil de Tráfico tuvo que intervenir para regular la circulación. Los conductores se indignaron al tener que esperar hasta 20 minutos.
Los bomberos recibieron la ayuda de dos excavadoras que retiraron los restos en los descampados agrícolas por los que discurre la vía. Según los bomberos los restos fecales habían recibido tratamiento químico y es posible que sean tóxicos.