La «Operación Ocaso», que culminó ayer con una orden de busca y captura del presunto narcotraficante Laureano Oubiña, la detención de 17 personas y la incautación en alta mar de 15 toneladas de hachís, es el resultado de un año entero de investigaciones. La fase final de la operación, desarrollada por la Dirección de Aduanas de la Agencia Tributaria, comenzó a las 00.30 horas de ayer con el abordaje en aguas internacionales del barco de bandera hondureña «Regina Mare», en cuya bodega el SVA encontró 443 bultos que, con otros 13 hallados en un camarote, sumaban 15.000 kilogramos de hachís.
El buque, que desde hacía unas semanas navegaba con el nombre de «San Andrés» para despistar a los servicios aduaneros, había partido de Saint Louis (Estados Unidos) e hizo diferentes paradas durante su viaje hacia España ante la sospecha de sus tripulantes de que estaban sometidos a vigilancia. La última etapa del trayecto debía llevar a la embarcación desde Cabo Verde hasta Galicia y Asturias para desembarcar la droga -valorada en 30.000 millones de pesetas por Hacienda y que en el mercado hubiera alcanzado los 45.000 millones-, operación que se vio frustrada por el abordaje del buque «Petrel» cerca de la bahía de Cádiz. El «San Andrés» o «Regina Mare» fue remolcado hasta el puerto de Cádiz.