Los bomberos de Palma se enfrentaron ayer por la mañana, en un vivienda próxima a la calle 31 de Diciembre, a un servicio inusual. Una llamada de una vecina muy nerviosa alertó de la presencia de una rata de tamaño impresionante en la vivienda. Los funcionarios tuvieron que perseguir al roedor y, para tranquilidad de la moradora, le dieron muerte.
El aviso se recibió en la centralita telefónica del Cos de
Bombers a las nueve y cuarto de la mañana.
Una mujer, residente en la calle Pablo Iglesias, explicó que «una
rata inmensa» se había colocado sobre la copa de una palmera, en el
patio interior de la casa. María Aguiló, madre de la requiriente,
relató a Ultima Hora que no habían pegado ojo en
toda la noche «ni mi hija ni yo». Según la señora, sobre las once
de la noche su hija escuchó un fuerte golpe en el patio interior.
En un principio pensaron que había entrado un ladrón, pero al
encender la luz se encontraron con una gran y pesada rata, de un
negro azabache, que había caído desde un piso superior y estaba
desconcertada. «Nos asustamos mucho y llamamos a la policía.
Vinieron enseguida y nos dijeron que fuéramos con cuidado, porque
nos podía embestir. Los policías le tiraron agua, pero se refugió
en una yuca de mi patio. Pensaron en dispararle, pero no lo
hicieron para no hacer ruido. Al final creímos que había logrado
salir del patio y se marcharon», contó la vecina.
María Aguiló y su hija no conciliaron el sueño en toda la noche, temerosas de que el magnífico ejemplar regresara, aunque en realidad permanecía oculto entre las hojas de la yuca: «A las siete de la mañana mi hija me llamó muy asustada. La rata trataba de subir al piso superior, pero pesaba tanto que volvía a caer al patio». La familia llamó de nuevo a la policía y en pocos minutos llegaron varios bomberos, que abrieron el arbusto y localizaron al potente roedor: «Saltó y se ocultó tras unas bombonas, pero los bomberos la golpearon con una barra de hierro y la mataron», añadió la dueña de la casa.