Al menos 30 personas murieron y ya se habla de cientos de heridos por el terremoto de 5'9 grados de intensidad en la escala de Richter que sacudió ayer a la capital griega, informaron fuentes oficiales.
Los gobiernos de Rusia, Francia y Turquía han ofrecido enviar equipos de búsqueda y rescate. En medio del caos y el pánico el ministro de Desarrollo y Planificación, Eangelos Venizelos, declaró que ya son 18 los muertos, cientos los heridos y otros tantos atrapados entre los escombros de 50 edificios de apartamentos y fábricas que se derrumbaron total o parcialmente.
Entre los muertos se encuentran 8 niños que a la hora del
terremoto estaban en una guardería infantil.
Caos en los sistemas de suministro de la ciudad y pánico entre la
población de Atenas, que cuenta con alrededor de cuatro millones de
habitantes, provocó este seísmo cuyo epicentro se registró en el
monte Parnes, a 20 kilómetros al norte de Atenas, junto a un
suburbio de trabajadores. El fuerte seísmo provocó cortes masivos
de luz y teléfono, al tiempo que muchas personas quedaron atrapadas
en ascensores y gran parte de los ciudadanos salieron a la calle
despavoridos al sentir la sacudida que tuvo una duración de entre 5
y 10 segundos.