La Guardia Civil está siguiendo varias pistas para conseguir esclarecer el asesinato de una mujer británica en un chalet del Port d'Alcúdia. Los investigadores sospechan que la víctima, Yvonne O'Brien, participaba en una serie de estafas que se cometían contra la Seguridad Social inglesa, con el único propósito de obtener subsidios económicos. La mujer, según parece, formaba parte de una organización que se dedicaba a este tipo de engaño, por lo que su muerte podría estar relacionada con estas prácticas ilegales.
La Guardia Civil ya ha traducido las cartas amenazantes que recibió la mujer. En algunas de ellas se trata el tema de las estafas a la Seguridad Social, y el autor de las mismas la amenaza de muerte si ella se atreve a denunciar lo que está ocurriendo. Estas cartas, cuyo autor ya está identificado (pero no detenido) se las envió a la mujer a principios del presente año, por lo que no existe la certeza cierta de que pueda tener relación directa con el crimen.
Sin embargo, ésta no es la única línea de investigación que sigue la Guardia Civil. Las continuas relaciones sexuales que mantenía la mujer con una serie de hombres es otro de los aspectos que están comprobando los investigadores, que ayer regresaron al escenario del crimen para obtener nuevas pruebas. Los datos han demostrado que la mujer mantuvo relaciones sexuales consentidas con el asesino, que después de matarla le arrancó la mandíbula e hizo unas pintadas con la sangre de la víctima.