Más de 2.000 personas han fallecido y unas 10.700 han resultado heridas, según el primer balance provisional del Ministerio del Interior de Turquía, a causa del terremoto que afectó el noroeste y el centro de este país, sorprendiendo a los turcos en sus camas a las tres de la madrugada.
Al caer la noche, ayer, cientos de personas intentaban aún en la ciudad de Izmit, epicentro del seismo, arrancar a los supervivientes de las ruinas de los edificios que se derrumbaron. En las calles, centenares de personas, algunas de ellas ensangrentadas, yacían tiradas sobre colchones o mantas.
El parte oficial suministrado por el Ministerio del Interior, señalaba al caer la noche de ayer que se han producido 2.011 muertos y 10.764 heridos. El terremoto, que se registró a las 03:02, hora local (02:02, hora española peninsular), con una magnitud de 6'7 grados en la escala de Richter, según los sismólogos de Estrasburgo (Francia), o de 7'8, según los geofísicos norteamericanos de Golden (Colorado), duró 45 segundos y estremeció a Estambul, una aglomeración de diez millones, provocando escenas de pánico.
Después del primer temblor se produjeron más de 200 réplicas, dos de las cuales alcanzaron o superaron la magnitud 5 en la escala abierta de Richter, según el Instituto Sísmico de Kandilli, en Estambul.
El epicentro del terremoto fue ubicado cerca de Izmit, 150 kilómetros al este de Estambul, a orillas del mar de Mármara. El temblor también afectó a ciudades como Bursa, Sakarya y Eskisehir, situadas al oeste del país.
Más de 500 personas murieron en los pueblos situados en un radio de 150 kilómetros alrededor de esta ciudad. Numerosos edificios se derrumbaron aprisionando a sus ocupantes, sorprendidos en pleno sueño. Más de mil casas quedaron destruidas o dañadas.
Todas las carreteras que conducen a Izmit quedaron cortadas y un puente se derrumbó. Una espesa nube de humo negro, que se escapaba de la refinería de petróleo, en llamas desde el amanecer, cubría a Izmit.