La Guardia Civil de Tráfico cree que un despiste o una distracción provocó la colisión frontal del miércoles en la autopista de Inca, que se saldó con cuatro fallecidos y un herido de gravedad. En un principio se especuló con un reventón de una de las ruedas del Ford KA, el turismo que invadió el carril contrario, pero los análisis posteriores descartan esta hipótesis.
Los funcionarios del Subsector de Tráfico permanecieron varias horas en el escenario de la tragedia, el kilómetro 15 de la autopista, y recogieron numerosos datos para confeccionar el informe.
De las reconstrucción parcial de los hechos se deduce que el Ford KA de alquiler, en el que viajaban cuatro amigos de Alicante, se salió «limpiamente» de su carril, atravesó la mediana e impactó contra un Golf que circulaba por la vía rápida del otro sentido de la autopista. Los investigadores no han hallado marcas de frenada, lo que indica que ninguna de las conductoras pudo reaccionar, y se estima que ambos turismos circulaban a una velocidad superior a los 100 km/h.
Un problema añadido con el que se ha encontrado la Benemérita es la ausencia de testigos presenciales. Los conductores que se detuvieron en el kilómetro 15 pasaron por el tramo segundos después de la tremenda colisión y ninguno de ellos presenció la secuencia. Por este motivo, si algún conductor fue testigo del choque puede ponerse en contacto con la Guardia Civil de Tráfico en el teléfono 971-467212. Los agentes han averiguado que Emma Cabal Rodríguez, que pilotaba el Ford KA, trabajaba en el rent a car de Santa Ponça en el que sus tres amigos alquilaron el automóvil.