Cuatro años de cárcel es la condena que cumplirá un joven de 26 años que disparó un tiro en la cara a su padre. Jaime Nicolás fue juzgado ayer por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, acusado de un delito de asesinato frustrado. Antes de iniciarse el juicio el fiscal solicitaba una condena de doce años de cárcel. Sin embargo, después de escuchar el testimonio del acusado y de la víctima, que perdonó públicamente a su hijo, la acusación modificó sus conclusiones y solicitó una condena de cuatro años de cárcel, que fue aceptada por el procesado. Los hechos ocurrieron el 12 de julio del pasado año en una vivienda de la barriada de Son Rullan, tras concluir el encuentro de fútbol en el que se disputaba la final del último mundial.
El acusado había tenía problemas esquizofrénicos, pero en
aquellos momentos no se encontraba en tratamiento
psiquiátrico.
Según explicó ayer su padre, que es un militar retirado, sobre las
nueve de la noche llegó a su domicilio. Se sentó con sus hijos
frente a la televisión para ver el fútbol. Más de media hora
después su hijo se levantó del sofá, fue a por su pistola, volvió
al salón y le disparó en la cara. Después se marchó corriendo del
domicilio. Lanzó la pistola en un descampado y se marchó con su
coche. Durante varias horas Jaime Nicolás fue buscado por todas las
unidades policiales de Palma. Se sospechaba que iba armado y que
sería capaz de cualquier cosa. Tres horas después el joven se
presentó en la Comandancia de la Guardia Civil. Confesó que había
disparado a su padre y dijo que lo había matado.
Mientras se buscaba al agresor, el herido era evacuado a un centro hospitalario. La bala le entró por la cara, pasó junto al corazón y quedó depositada en el hígado. Tras varias semanas de estancia hospitalaria el herido pudo recuperarse. La policía comprobó que el arma utilizada en este suceso pertenecía al Ejército del Aire. El padre manifestó ayer ante el tribunal que su hijo sufre una perturbación mental. Reconoció que Jaime Nicolás no era consciente de lo que había hecho.