«Oímos un grito y nos asomamos a la ventana. Vimos que estaban dando una paliza a un hombre, en la calle, pero no sabíamos que estaban matando a Dasuda». La sobrina y la mujer del fallecido presenciaron la agresión desde la ventana de su casa, próxima al escenario del homicidio.
La familia del inmigrante explicó a Ultima Hora que Dasuda trabajaba en la recogida de la patata en Almería. Allí conoció a Fátima, que luego sería su esposa. Contrajeron matrimonio hace cuatro meses y con la llegada de la temporada estival la mujer se desplazó a Mallorca. Trabajaba haciendo adornos femeninos para el cabello. Hace quince días se reunió en el Port d'Alcúdia con Dasuda. El joven de color tenía tres hijos de su anterior esposa, que murió, y sus parientes comentaron ayer que se encontraba muy ilusionado al iniciar una nueva vida con Fátima.
Fatou, la sobrina, relató que sobre las seis de la madrugada se levantó de la cama y fue al baño: «Escuché ruidos y gritos en la calle y vi una pelea. Un hombre estaba sobre otro, que trataba de levantarse y sólo recibía golpes. No sabía que era Dasuda, pero llamé a Fátima. Cuando vimos que era negro bajamos a la calle y nos encontramos con mi tío moribundo». Según Fatou, el acusado de la muerte del jornalero, intentó marcharse del lugar, simulando que había atendido a la víctima en la calle tras sufrir éste un desvanecimiento. «Contamos de la Guardia Civil lo que habíamos visto desde la ventana y enseguida detuvieron al alemán», añadió la sobrina. La esposa manifestó que Dasuda era muy religioso y muy tranquilo: «Cada mañana se levantaba pronto para rezar, todos somos musulmanes y él creía mucho en la religión. Nunca se metía en problemas; no entendemos porqué le ha tenido que pasar a él».