Los domingos de la época estival, o de los prolegómenos del verano, suelen ser conflictivos en lo que a incendios forestales se refiere y ayer Mallorca no fue una excepción. Los bomberos se movilizaron en dos ocasiones, en un corto margen de tiempo, para hacer frente a dos siniestros en Algaida y Camp de Mar, que quemaron 3.000 y 2.000 metros cuadrados cada uno.
Fuentes de la Guardia Civil y de la conselleria de Medi Ambient informaron que los dos incendios, con sólo cinco minutos de diferencia, se declararon a las 15'55 y 16'00 horas, respectivamente.
El primero de ellos, el de Algaida, se inició en una zona de pinar y monte bajo y se propagó con gran facilidad debido, principalmente, al viento que soplaba y a la sequedad del terreno. Los bomberos actuaron por tierra y en la cobertura aérea se emplearon a fondo un helicópteros con brigada aerotransportada y dos avionetas del tipo dromader.
El fuego se inició en la finca Ses Mailes, cerca de una casa, y la Benemérita, tras una rápida investigación, descubrió que minutos antes del fuego dos menores, de 11 y 12 años, habían pedido un encendedor en la citada vivienda, argumentando que estaban de excursión y tenían que encender un fuego. Parece ser que los adolescentes incendiaron unos matojos, sin tener en cuenta el viento, que propagó las llamas y que calcinó cerca de 3.000 metros cuadrados de pinar y monte bajo. Mientras se ponía en marcha el dispositivo para controlar y sofocar el siniestro de Algaida, se declaró otro fuego forestal en el término de Andratx, en concreto en una zona de pinar de Camp de Mar. De nuevo se activó un segundo operativo, que contó con la participación de los parques de bomberos de Andratx y Calvià, Guardia Civil, Protección Civil, brigadas del Ibanat y guarderías forestales, así como la misma cobertura aérea (un helicóptero y dos avionetas).