Los actos vandálicos, en los últimos meses, se suceden en el depósito municipal de vehículos de Andratx, sin que nadie tome las medidas oportunas para evitarlos.
Al margen de los robos o desperfectos, que son continuos, los vecinos se quejan del riesgo que supone almacenar coches y motos, casi todos con carburante y líquidos inflamables. El recinto no está vigilado por la Policía Local, que ya ha alertado al Ayuntamiento de esta situación, y en la verja que delimita el terreno existe un agujero de grandes dimensiones por el que se «cuelan» delincuentes y curiosos.
Los perjudicados ya han interpuesto denuncia, pero es muy difícil llegar hasta los autores de los robos. Los radio-cassettes, las ruedas o los cristales, dependiendo de los modelos, son las piezas más codiciadas de estos vehículos retirados por la grúa.
En los últimos meses, más de 40 han sufrido desperfectos considerables o muy graves y como ejemplo el de un particular que cuando acudió a recoger su turismo se lo encontró desvalijado. La reparación ascendió a 180.000 pesetas. Lo más grave es que el Ayuntamiento no reacciona ante esta situación.