Nuevas bolsas para residuos tóxicos, vacías, aparecieron ayer en la playa de Cala Figuera, en Calvià, junto a numerosos peces muertos. La Guardia Civil, tal y como adelantó ayer Ultima Hora continúa investigando el caso, y pese a todo un portavoz aseguró que no existen indicios para establecer una relación causa-efecto. Sobre las dos de la tarde los funcionarios de Medi Ambient del Ajuntament de Calvià, que desde el jueves también han abierto pesquisas para esclarecer lo ocurrido, se pusieron en contacto para advertir que nuevos envoltorios habían llegado hasta la costa de Cala Figuera, a pocos metros de la playa.
La Benemérita envió a aquel paraje a una dotación del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), que retiró las bolsas y comprobó que eran similares a las aparecidas el pasado jueves por la mañana. Pero lo que llamó la atención de los investigadores fue la presencia, de nuevo, de peces muertos, en gran número. Los especialistas en delitos ecológicos tomaron muestras del agua y los resultados fueron del todo tranquilizadores.
Un portavoz de la 313 Comandancia señaló que aún es pronto para sacar conclusiones pero rechazó, en contra de las evidencias, que exista una relación causa-efecto entre la aparición de las bolsas, en estos últimos días, y los peces y medusas muertos. Según esta fuente, se ha descartado que el contenido contaminante de los envoltorios, al parecer de uso clínico, fuera vertido en el mar, cerca de la costa mallorquina, y la hipótesis que se baraja es que cayeran desde un bar de forma accidental.