El sacristán de la iglesia palmesana de San Nicolás, en la calle del mismo nombre, redujo a un presunto delincuente que acababa de intentar sustraer el bolso de un tirón a una feligresa de 80 años de edad. El religioso, que no es la primera vez que actúa con contundencia para evitar robos en el templo, se sentó sobre el sospechoso mientras esperaba la llegada de la policía. La mujer fue atendida tras el incidente pero no presentaba lesiones de gravedad y regresó a su casa.
Pasadas las siete y media de la tarde del lunes el sacristán, de 43 años, observó cómo un «conocido» de la policía, José G.M., de 45, se acercaba a una mujer de avanzada edad con intenciones aparentemente delictivas.
La víctima esperaba el inicio de la misa y fue sorprendida por el ladrón, que le agarró fuertemente el bolso y tiró de él. La anciana, empero, resistió la acometida y cayó al suelo, golpeándose contra uno de los bancos de madera. Según la información facilitada por la Policía Local, el sacristán se apresuró a intervenir y forcejeó con el delincuente, que intentó por todos los medios huir.
Al final, consiguió doblegarlo y se sentó sobre él, para evitar que escapara mientras llegaba la policía. Los agentes municipales que se presentaron en la iglesia de San Nicolás procedieron a la detención formal de José G., nacido en Madrid y al que se le imputó un delito de robo con violencia. El presunto maleante cuenta con más de una docena de detenciones y las fuentes consultadas señalaron que no es la primera vez que elige como víctima a una mujer de edad. En las próximas horas será puesto a disposición judicial. La feligresa fue atendida in situ y se comprobó que no presentaba heridas de consideración, a pesar del batacazo que se dio a consecuencia del «tirón». La mujer fue informada de los pasos a seguir para interponer la correspondiente denuncia, pero según fuentes del cuartel de San Fernando declinó esta posibilidad.