Francisco Cabrera y su esposa Vicenta Cerdeñosa, el matrimonio apuñalado el miércoles en una casa de la calle Calafat, en la barriada de Son Espanyolet, se recuperan en Son Dureta de las heridas sufridas por el brutal e inesperado ataque del vecino. El hombre explicó ayer los detalles de la agresión en una entrevista que reproduce hoy Ultima Hora integramente.
Entre otras afirmaciones, Francisco Cabrera afirmó que el agresor «sabía muy bien lo que hacía, lo hizo con mucha sangre fría y luego trató de disimularlo todo. Es un peligro, pero no está loco». De hecho, según comentó el matrimonio «como pudimos cerramos la puerta y desde la casa gritamos a nuestro hijo, que había ido a la calle a por agua fresca, para que no subiera. Lo que más nos sorprendió fue que el vecino, para hacer creer que nos había atacado en defensa propia, se golpeó la cabeza contra el marco de una puerta y luego limpió el machete».