El abogado de una joven que perdió una trompa de falopio tras acudir a una clínica abortista de Palma solicitó ayer que se confirme la condena contra los dos médicos que la atendieron. Los facultativos, especialistas en ginecología, fueron condenados por un juez de primera instancia, que les sentenció a indemnizar a la paciente con seis millones de pesetas por los daños, más las 45 mil pesetas que había costado la intervención quirúrgica.
Ayer, el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Palma estudió la apelación contra esta sentencia condenatoria. Los dos médicos que practicaron el aborto, representados por el abogado Javier Clastre, pidieron que se anulara la sentencia y se les exculpara.
La mujer, de unos 25 años de edad, acudió en el mes de marzo de 1997 al «Centro Médico Aragón». Estaba embarazada y tenía intención de abortar. La paciente señaló que días antes había sufrido una pequeña hemorragia. En la clínica se le realizó una ecografía y el médico comprobó que la mujer no tenía ningún feto en el útero. Al enterarse que la paciente había tenido una hemorragia los dos médicos que la atendieron llegaron a la conclusión que había sufrido un aborto espontáneo. Por ello se le realizó una aspiración para retirar los restos del embrión. Sin embargo, los dos ginecólogos cometieron un error de diagnóstico. La mujer tenía el embrión colocado en la trompa y no en el útero, por lo que se trataba de un embarazo asintomático.
La mujer abandonó el centro convencida de que había abortado. Sin embargo días después tuvo que ingresar en urgencias en Son Dureta. Se le había inflamado la trompa y había explotado. Tuvo que ser intervenida en el quirófano y perdió una de las trompas. El abogado Joan Arbona, que representa a la paciente, afirmó ayer que los dos médicos de la clínica habían cometido hasta seis negligencias seguidas al atender a la mujer embarazada.