La obra de Picasso destruida el pasado domingo por un ciudadano holandés fugado de un hospital psiquiátrico podrá ser restaurada, según el primer análisis facilitado ayer por los expertos del Museo Estatal de Amsterdam, donde ocurrió el incidente.
La obra, «Mujer desnuda en el jardín», pintada por Picasso en 1956 en su residencia de Cannes (Francia), fue adquirida por el museo en 1981 por un millón de dólares y, según los expertos, su valor de mercado alcanza en la actualidad los 15 millones de dólares (más de 2.200 millones de pesetas). El autor del acto vandálico, de nombre Paul y 41 años, que en 1990 lanzó ácido contra la obra de Rembrandt «Ronda Nocturna» y en 1978 secuestró un avión DC-9 de la compañía aérea holandesa KLM, utilizó esta vez un cuchillo para rasgar la tela del Picasso, burlando la vigilancia del museo.
Poco después se dirigió al periódico de Amsterdam «De Telegraaf», donde confesó su acción y aseguró que sintió un «placer casi infantil» al destruir el cuadro ante los guardias. Inmediatamente fue detenido y, tras sus declaraciones al diario, se negó a hablar con la policía.