La Policía Local de Inca se desplazó ayer a la altura de la caseta de los carabineros, en la carretera de Inca a Llubí, donde una persona decía haber encontrado restos de lo que podía ser un canguro. La patrulla de agentes confirmó la información recibida y desde la Policía Local se pasó aviso al SEPRONA de la Guardia Civil. Los agentes de Inca trasladaron los restos del animal hasta el cuartel. Posteriormente fueron conducidos a una clínica veterinaria de la localidad, donde el médico certificó que se trataba de una variedad de canguro. Acto seguido se comunicó la noticia a la Conselleria d'Agricultura, en concreto al director general de Medi Ambient, Pau Ramis, el cual, tras hacer unas averiguaciones, informó a la Policía Local que se había producido una importación de este tipo de animales. La importación se llevó a cabo por parte del propietario de una pajarería, y se cree que se vendieron algunos ejemplares de canguro por la zona de sa Pobla.
Desde la Conselleria no hay constancia de ninguna denuncia por sustracción o pérdida de este tipo de animal. La Policía Local de Inca, ante la falta de condiciones sanitarias para mantener el cadáver, y la falta de información sobre su procedencia, decidió enterrar los restos.