PEP MATAS-JAVIER JIMENEZ
La vigilancia en la nueva cárcel de Palma ha abierto una polémica.
Por una parte, el Ministerio del Interior ha firmado una orden para
que la vigilancia pase a ser competencia del Cuerpo Nacional de
Policía. Por otra, el director general del CNP, Juan Gabriel
Cotino, trabaja para que la orden sea revocada. La delegada del
Gobierno en Balears, Catalina Cirer, hace gestiones en el mismo
sentido, y se ha enviado también al Ministerio un informe de los
responsables de la Jefatura de Balears. En el mismo se incluye una
de las conclusiones de la última inspección efectuada en la
Jefatura, que hace referencia a la escasez de personal. En la
actualidad la vigilancia en la cárcel de Palma es competencia de la
Guardia Civil, que tiene a unos 60 agentes destinados al servicio.
Para estos trabajos en la nueva ciudad-prisión, los expertos
estiman que la cifra ideal de agentes gira en torno a los 100. De
confirmarse la orden del Ministerio del Interior, el Cuerpo
Nacional de Policía de Palma tendría que cubrir el servicio con el
personal de que dispone en la actualidad, puesto que la orden no
lleva aparejada un incremento de agentes. En todas las cárceles del
Estado la vigilancia es competencia de la Guardia Civil, menos en
las de Melilla, Puerto de Santa María y Martutene. La falta de
personal, tanto en la Benemérita como en el CNP, hace que, desde
hace unos meses, un general de la Guardia Civil intente traspasar
la vigilancia en las cárceles al CNP, para así poder utilizar los
sus efectivos en otros trabajos.
Polémica al ordenar Interior que la policía se encargue de vigilar en la nueva cárcel
A la orden se oponen la delegada del Gobierno, el director general del Cuerpo y los responsables de la Jefatura de Policía