La Guardia Civil dejó ayer en libertad a un trabajador que es sospechoso del incendio que destruyó el domingo una fábrica de papel reciclado, instalada en el polígono de Marratxí. El joven, de 17 años de edad, negó su participación en este suceso y, además, presentó una coartada. La Guardia Civil lo dejó en libertad tras dos horas de declaración.
De momento, la Guardia Civil tiene el convencimiento de que el fuego fue intencionado, y se sabe que el joven que ayer fue interrogado amenazó al propietario de la empresa con prender fuego a una nave si no le adelantaba el sueldo. Estas supuestas amenazas no son pruebas suficientes para incriminarle en el incendio, según confirmaron fuentes próximas a la investigación.
Las investigaciones policiales se centran ahora en las personas que podrían tener motivos para destruir la empresa del Polígono de Marratxí. Entre los sospechosos se incluyen algunos trabajadores que serán interrogados. La hipótesis de que el fuego fue intencionado se incrementa con el hecho de que en diciembre de 1997 la empresa ya sufrió otro incendio, en esa ocasión cometida supuestamente por siete menores, que fueron presentados ante la Fiscalía.