Un empresario de Casablanca ha recurrido a Amnistía Internacional para esclarecer la muerte de su hermano, un inmigrante marroquí que encontró trabajo en un chalet de Andratx y que falleció en diciembre de 1997 «en extrañas circunstancias», según el denunciante. Abdeslam Adbib, de 48 años, lleva quince días en la Isla intentando reabrir el caso y exigiendo una segunda autopsia.
Ahmed Seddati Adbid, de 46, había pasado siete años en Mallorca, después de que un traficante de diamantes argelino le ofreciera trabajo en Camp de Mar: «Mi hermano trabajaba en Tetuán, pero malvivía y debía alimentar a su mujer e hijos. Trabajó cinco años en un chalet haciendo de cocinero, jardinero y otras labores y consiguió traer a su mujer. Luego fue contratado por un matrimonio alemán de Andratx que lo único que hizo fue explotarle y engañarle», relata el empresario.
Abdeslam Adbid recuerda que durante aquella época de trabajo en Cala Llamp su hermano no consiguió regularizar su permiso de trabajo ni fijar su residencia, debido a las trabas que pusieron sus jefes. «Trabajaba como un auténtico esclavo, de ocho de la mañana a nueve de la noche y estaba enfermo. No recibía asistencia médica porque no tenía papeles y el 29 de diciembre de 1997 se sintió muy mal. Se retiró a una casita que ocupaba junto a su mujer y tuvo vómitos. Cayó por una escalera y el dueño del chalet, que está al lado, fue quién lo descubrió agonizando», apunta el denunciante.