Al menos nueve personas han quedado sepultadas por una nueva avalancha de nieve que cayó ayer tarde sobre un grupo de casas situado entre las localidades tirolesas de Ischgl y Galtuer, escenario esta última, el pasado martes, de un alud que ha causado al menos dieciséis muertos.
El nuevo alud, de doscientos metros de ancho y diez de alto, destruyó totalmente tres casas, y, según fuentes de la Cruz Roja, sepultó a nueve personas.
Tres vecinos pudieron ser rescatados con vida de entre la masa de nieve poco tiempo después de que se produjese la avalancha mientras que seis siguen desaparecidas, informó a la televisión austriaca un oficial de la Gendarmería. La conexión por helicóptero con Galtuer, donde continúan las tareas de rescate de las 26 personas que aún permanecen sepultadas por el alud caído el martes, quedó interrumpida a media tarde de ayer al comenzar de nuevo a nevar.
Según la Gendarmería local, nueve de los dieciséis cadáveres rescatados hasta ayer de entre la nieve han sido identificados y se trata de seis turistas alemanes, entre ellos dos niños de cuatro y seis años, y tres vecinos de Galtuer. Los vuelos de ayer, en los que se emplearon helicópteros austriacos, alemanes y suizos, sirvieron para llevar al lugar del accidente a los equipos médicos y de rescate, ayudados por perros adiestrados, así como medicamentos, para evacuar heridos.