El Grup Operatiu de la Policía Local está investigando las circunstancias de la muerte de un hombre, cuyo cadáver en avanzado estado de descomposición fue hallado ayer en un piso de Cala Major.
Sobre la una de la tarde el 092 fue alertado por los vecinos del edificio Panams 1 que del apartamento 808, en el octavo piso, se desprendía un hedor insoportable. La puerta estaba cerrada por dentro y fue necesaria la intervención de los bomberos para derribarla. En el interior de la vivienda, tal y como se temía, apareció un cuerpo en descomposición, tendido sobre una alfombra de la sala.
Los funcionarios efectuaron una minuciosa inspección ocular, pero no hallaron ningún indicio que hiciera pensar que la muerte le había sobrevenido de manera violenta. La víctima es un ciudadano extranjero de 66 años de edad, que vivía sola y que no tenía familia en la Isla. Éste fue el motivo por el que nadie le echó en falta hasta ayer. El varón llevaba cerca de un mes sin vida, pero las bajas temperaturas impidieron que la descomposición fuera todavía mayor.
El Juzgado de Instrucción número 6, ayer en funciones de guardia, ordenó la apertura de una investigación para esclarecer el óbito, así como la práctica de la autopsia a los restos mortales del vecino de Cala Major. Los agentes del cuartel de San Fernando, además de inspeccionar el apartamento, se entrevistaron con varios residentes para conocer más detalles sobre el difunto.