Los argentinos quedaron ayer impresionados al conocer el caso de una niña de tres años que fue asesinada y violada por un joven de 18 en una popular zona de las afueras de Buenos Aires. La niña había desaparecido en la tarde del pasado lunes y desde entonces, hasta la noche del martes, la mayoría de los canales de la televisión local pusieron en pantalla su angelical rostro con la esperanza de que estuviera a salvo. Los jóvenes padres de la pequeña también rogaron al público información para hallar a su hija, al tiempo que contaron con la espontánea ayuda de decenas de vecinos que salieron a las calles para colaborar con la búsqueda. Pero el cuerpo sin vida de la niña fue encontrado ayer en un descampado de la zona de José C. Paz, a unos 50 kilómetros de la capital argentina, semidesnuda, con signos de haber sido violada y oculta dentro de un bolso.
La policía, al parecer gracias al testimonio de los vecinos, logró de inmediato la detención de un joven de 18 años, quien, de acuerdo con la versión de las autoridades, confesó el secuestro, la violación y el asesinato.
El detenido, cuya identidad fue mantenida en reserva por la policía, vivía a unos pocos metros de la casa que habitaban la niña y sus desconsolados padres.