Cinco personas murieron el pasado jueves al caerse un muro en la confluencia de la Ronda de Capuchinos y la avenida de Miraflores de Sevilla a consecuencia del fuerte temporal de viento y lluvia que se registró en la capital andaluza. Las víctimas, cuya identidad no ha sido facilitada, resultaron atrapadas al desplomarse parte de la fachada de muro del antiguo bazar «España». Las calles que rodean la zona fueron cortadas, mientras la policía y los bomberos se encargaron del desescombro.
El Ayuntamiento de Sevilla ha decretado dos días de luto por las cinco víctimas mortales. La alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, tras reunirse con la junta de portavoces del ayuntamiento, expresó su dolor por una «tarde trágica» y anunció que el luto comenzará a partir de esta medianoche. Becerril indicó que el ayuntamiento ha ofrecido toda la ayuda que necesiten a los familiares de las víctimas, una de las cuales es la esposa de uno de los bomberos que acudió esta tarde a realizar tareas de desescombro y rescate.
En un comunicado, la gerencia de urbanismo ha señalado que el pasado uno de abril concedió una licencia que autorizaba la demolición de todas las naves interiores y el mantenimiento de los muros exteriores de cerramiento de la finca, donde se produjo el siniestro.