122 muertos. Esa es la dramática cifra de fallecidos en las carreteras de Balears a lo largo del año que hoy acaba. Sólo un dato invita a la esperanza: la estadística de un año a otro, es decir de 1997 a 1998, ha descendido en dos víctimas mortales, aunque continúa siendo muy alta.
De acuerdo con la información facilitada por la Jefatura Provincial de Tráfico el número de fallecidos en Mallorca ha sido, durante estos doce meses, de 90 conductores y peatones, 15 en Menorca y 17 en las Pitiuses.
Muchos de los siniestros en la red viaria del Archipiélago que se saldaron con víctimas mortales tuvieron como protagonistas a jóvenes menores de 25 años de edad. En concreto, 33 perecieron en Mallorca, 4 en Menorca y 6 en las Pitiuses. Si la diferencia entre el año pasado y el que hoy acaba fue de sólo dos personas fallecidas, por lo que hace a la estadística de jóvenes que han dejado su vida en las carreteras el número se dispara en 1998. En el 97 fueron 35 y pero en estos doce meses la cifra se ha disparado hasta los 43 infortunados.
Por meses, la Jefatura Provincial de Tráfico destacó que mayo, a diferencia de ejercicios anteriores, fue el período que registró un mayor número de siniestros con resultados mortales; 21 en total. Julio, agosto y septiembre, como viene siendo tradicional, también alcanzaron cifras dramáticas (12, 14 y 10 fallecidos respectivamente). Sin embargo, los choques mortales durante la época estival fueron inferiores a los acaecidos en 1997.
Coromina: «Un año menos malo»
Javier Coromina, responsable de la Jefatura Provincial de Tráfico
de Balears, se mostró ayer muy prudente a la hora de valorar el año
que acaba desde el punto de vista de la siniestralidad. Para el
jefe de Tráfico «no se puede habla de datos positivos cuando hay
fallecidos. Es cierto que la cifra de muertos de este año es
ligeramente inferior a la del año anterior, pero en ningún caso se
pueden lanzar las campanas al vuelo», insistió.
Coromina también hizo hincapié en las circunstancias que rodean estas estadísticas tan dramáticas, si bien puntualizó que casi nunca se puede dar una explicación racional: «El parque móvil ha crecido mucho, pero influyen muchos factores», apuntó.