Un vecino de la localidad de Inca, llamado Rafael Ramis Vila, de 79 años de edad, falleció ayer asfixiado al producirse un conato de incendio en su vivienda.
El suceso ocurrió sobre las diez de la mañana de ayer. El hombre, que no tenía hijos y apenas familia, vivía solo en una pequeña casa de campo, que está situada en la carretera que enlaza las localidades de Inca y Llubí, a la altura del kilómetro 1. La víctima, debido a su avanzada edad, tenía problemas de salud y apenas podía moverse, según señalaron algunos vecinos que le conocían.
En la mañana de ayer Rafael Ramis se había levantado pronto. Debido al frío encendió la chimenea de su casa de campo y luego se sentó en la butaca para calentarse. El mueble estaba situado a escasos metros de la boca de la chimenea. Se sospecha que desde la chimenea saltó una pequeña espiga de fuego, que fue a caer sobre el butacón y permitió que el fuego fuera consumiendo el mueble. Pese a que apenas hubo llama, si se produjo una fuerte humareda. La víctima casi no tuvo fuerzas para levantarse. No podía respirar, porque al tratarse de un lugar de escasa superficie, en pocos minutos la habitación se llenó de un intenso humo, que consumió todo el oxígeno respirable.
El discapacitado se levantó como pudo de la butaca. Intentó caminar unos pasos, pero cayó al suelo y se asfixió. La zona donde se produjo el suceso está situada a las afueras de la localidad de Inca. En los alrededores del lugar hay varios chalets, donde viven numerosas familias. Fue uno de estos vecinos el que se dio cuenta de que algo extraño estaba pasando en la caseta de Rafael Ramis. Se acercó y vio que la víctima estaba tendida en el suelo, aparentemente muerta. El testigo avisó a la Policía Local de Inca. Al producirse el suceso en una zona que corresponde a la Guardia Civil, se alertó también a una patrulla de la Benemérita. Los agentes se desplazaron a este lugar y comprobaron que había un hombre en el suelo y que no respondía a ningún estímulo.