Unos trabajadores del Instituto Balear de la Naturaleza (IBANAT), que realizaban labores de limpieza en el margen de la carretera de Esporles, encontraron durante la mañana del 3 de abril de 2000 restos humanos en una bolsa en avanzado estado de descomposición. El esqueleto era de una joven asesinada a sangre fría con un 'tiro de gracia' en la nuca. La autopsia descartó que fuera asesinada en la cuneta de la carretera donde la encontraron y las conjeturas apuntaban a que la podrían haber matado en un lugar próximo y luego la trasladaron hasta allí, seguramente de noche. Con toda seguridad, hubo más de un implicado porque, tal y como apuntó la Guardia Civil en su momento, resulta bastante complicado y laborioso trasladar un cadáver y dejarlo ente la maleza.
Se trató de un crimen bastante complicado de esclarecer debido a dos factores: primero porque la víctima no fue identificada, nadie denunció su desaparición, por lo que los agentes apuntaron a que podría tratarse de una ciudadana extranjera; y segundo por el avanzado estado de descomposición que presentaba el cuerpo. Como móvil del crimen se barajó varias posibilidades pero un ajuste de cuentas fue la más probable.