Claro, ‘papi’

| Palma |

El secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte, envió antes de la cumbre que la organización celebró esta semana un mensaje al presidente de EEUU, Donald Trump, en el que se refería a él como ‘papi’. El tono baboso resultaba llamativo, como de chiste. En la frontera de tomar el pelo. Luego, entre apretones de manos, todos los países, todos, firmaron un acuerdo en el que se compremeten a ampliar el gasto en defensa a un cinco por ciento en el plazo de diez años. Todos los incluye a todos pese a las protestas de algunos líderes como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

También firmó aunque pareciera luego un escolar al que han castigado a copiar cincuenta veces ‘no lo haré más’ y, ufano, afirma solo haberlo hecho 49. Tal ha sido el peloteo a Trump en la cumbre que parece un teatro pactado entre europeos y canadienses para pasar el trago y pegarse unas risas. Un acuerdo previo de ‘tú dí que sí, que ya verás que cara se le queda’ y ya veremos. Se intuye el cálculo de que en tres años y poco, el presidente americano no estará y que entonces se tendrá un interlocutor serio con el que se podrá hablar entre adultos. De lo contrario, carece de sentido que muchas economías avanzadas asuman cambiar su gasto de manera tan drástica, una decisión capaz de hacer saltar equilibrios internos. Un tú dí lo que quieras y ya haré yo lo que me parezca, no vaya a ser que volvamos a invadir Groenlandia o Canadá.

La duda es si, de verdad, en cuatro años habrá alguien más razonable con quien hablar y sobre todo, qué se piensa hacer con las armas que se acumulen mientras. Porque tener muchos misiles, portaaviones, drones y escudos aéreos solo disuade a un posible enemigo si este piensa que se van a usar. No sirven de adorno. Y quizá, el sucesor de Trump sea igual de poco fiable que él mismo y a saber cómo está Europa.

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