La Comisión de Transición Energética del Senado insta al Gobierno -o sea, PSOE y Sumar- a acelerar la instalación y entrada en servicio del segundo cable eléctrico submarino que unirá Mallorca y Menorca.
Esta infraestructura para el transporte de electricidad entre las dos islas formaba parte de las inversiones que Red Eléctrica de España, hoy Redeia, había incluido en la planificación de obras para el periodo 2021-2026. Pero, sin explicación razonada, fue eliminada por el Gobierno de Pedro Sánchez y, hoy, carece de fecha concreta para su construcción y puesta en marcha.
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, conoce la situación de Menorca, que hoy es de aislamiento energético, al contar con una casa de veraneo al norte de Ciutadella, en Cala Morell. No se entiende cómo Ribera permitió suprimir el segundo cable del plan 2021-2026 al depender exclusivamente el suministro energético de toda la Isla, en caso de interrupción, de la central térmica del puerto de Maó.
El Cercle d'Economia de Menorca advierte que la falta del segundo enlace frena la descarbonización de la única isla de Balears declarada Reserva de Biosfera. Y subraya que la entrada en servicio de un único enlace, en julio de 2020, no resuelve el aislamiento energético. En situación similar se hallan las baterías que Red Eléctrica ha de instalar en la subestación eléctrica de es Mercadal para reforzar la garantía de suministro energético en Menorca. Las últimas informaciones apuntaron que podrían estar operativas en 2025, pero carecen de una fecha definitiva para estar operativas.
Estas inversiones no se pueden demorar, al ser vitales para la sociedad y la economía menorquinas. Red Eléctrica y el Gobierno han de agilizarlas para acabar con las demoras que acumulan y las incógnitas que se ciernen sobre las mismas. No se puede repetir el apagón que dejó a Menorca a oscuras en 2018.