Toni, hace veintisiete años, bajó de la sierra andina. Después de la comida nos sentamos delante del televisor y, al rato, él pulsó sobre el canal que retransmitía la eterna telenovela venezolana. Al cabo de media hora, Toni dijo en voz alta: «Ahora, ella robará a su primo». Yo le dije: «Hace tres meses que tú no habías bajado a Lima, y por tanto sin haber visto televisión, ¿cómo vas a adivinar ahora lo que pasará?». Y pasó lo del primo. El capítulo de la tarde podía seguirse perfectamente sin haber visto la sesentena de capítulos que le antecedían.
Trini regresó a España después de cinco años de ausencia. En la cena de bienvenida del martes salió a relucir la situación actual del país: los parlamentarios se echan los trastos a la cabeza, los portavoces sobreactúan en gestos y ofensas, lo decisivo se decide en Catalunya, se multiplican casos de Covid, se resignificará el Valle de los Caídos, duro es el final de mes para los trabajadores. Trini intervino: «Estáis hablando de los mismos temas de antes de mi partida, ¿es que ahora todo está igual que luego?».
Unos dos mil trescientos años antes que Víctor Manuel pusiera voz a «Nada nuevo bajo el sol», un autor hebreo, Qohéleth, lo había escrito: «Lo que pasó volverá a pasar, lo que se hizo volverá a hacerse: nada nuevo bajo el sol».