Las elecciones europeas, celebradas la semana pasada han dejado varios titulares. Uno de los más importantes es la sacudida de la extrema derecha, que ha motivado el adelanto de las elecciones en Francia y la dimisión del primero ministro de Bélgica, Alexander De Croo. En España, la sorpresa ha sido la irrupción de la agrupación de electores ‘Se Acabó la Fiesta', liderada por Luis ‘Alvise' Pérez. En concreto, consiguió tres escaños en el Parlamento Europeo, uno más que Podemos.
Su campaña electoral se ha desarrollado principalmente en TikTok, huyendo de los canales de comunicación habituales hasta el momento. Sus votantes son principalmente hombres y jóvenes, ¿por qué lo hacen?
El desencanto de la ciudadanía con la clase política se expresó de dos formas el pasado domingo. Una de ellas fue la abstención, ya que en España hubo más personas que decidieron quedarse en casa (50,79 %) que ir a votar (49,21 %). La otra, votando a ‘Se Acabó la Fiesta', una agrupación de electores que propone, entre otras cosas, meter en la cárcel al presidente del Gobierno Pedro Sánchez.
Los politólogos explican que los comicios europeos suelen favorecer el apoyo a este tipo de opciones políticas, como ya ocurrió en su día con Ruiz Mateos, para expresar su voto de castigo a los partidos tradicionales. A mi modo de ver, estos debería tomarse en serio este mensaje y dar un giro radical. No es de recibo que cada semana se repitan en el Congreso de los Diputados escenas barrio bajeras en las que los líderes políticos se limitan a insultarse, sin aportar nada que beneficie a la ciudadanía. Y sí, las formas también son importantes. El miércoles pasado vimos a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, jaleando a Sánchez en el Congreso durante su respuesta al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. ¿Era necesario?