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El fango y el desprestigio

| Palma |

Hace unos días un juez de Eivissa decidió desimputar al director general de Turismo y a dos funcionarias en la causa conocida como ‘La vida islados'. El asunto provocó mucho ruido durante semana. De hecho, en el Congreso de Diputados se citó el supuesto escándalo para dañar la imagen del presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí. Y hasta Núñez Feijóo evitó por todos los medios fotografiarse con Marí cuando visitó Ibiza para un acto preelectoral. Otro de los que también recurrió a este asunto fue el exdirector de Comunicación del Ayuntamiento de Palma, quien al dimitir dijo que él daba un paso atrás y esperaba que también lo diese Marí. Al exdirector, muy apreciado por algunos periodistas, por supuesto, se le piden 17 años de cárcel por cuatro supuestos delitos. Poca broma. El caso ‘La vida islados' fue un asunto reactivado telefónicamente por el propio Negueruela, con la colaboración imprescindible de la Oficina Anticorrupción, cuando faltaban pocos meses para las elecciones, pero fue muriendo repentinamente cuando se reactivó el ‘caso Puertos' y fue imputado el exalcalde de Eivissa, el socialista Rafa Ruiz. Todo parece indicar que Vicent Marí también será desimputado, pero nada compensará todo lo que se dijo durante semanas sobre un claro ejemplo de montaje político.

El otro día, casualmente, escuché la comparecencia del director general de IB3 cuando las socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa acusaban a los directivos del canal de repartirse contratos menores. Evidentemente las dos socialistas amortizadas solo intentaban dañar a profesionales que no son de su cuerda con información sesgada y manipulada, pero les importa un bledo. Es evidente que el fango sigue utilizándose habitualmente en la política, nacional y balear, sin importar las consecuencias y también contra personas que no tienen ni la posibilidad de defenderse. No son conscientes que el fango afecta a toda la clase política, en general, y no solo al rival político. Una vez desmontada la Oficina Anticorrupción, creada básicamente por la izquierda para crear sospechas contra rivales políticos, sería deseable que dejasen de inventarse casos que solo colapsan los juzgados y que frenan la llegada a la vida política de personas que seguramente aportarían mucho más a la sociedad que la mayoría de los políticos en ejercicio.

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