Vivimos en tiempos de blanco o negro, de todo o nada. Si expresas dudas frente a según qué maneras de encarar el crecimiento, te llaman rojo; si dices estar a favor de reducir el gasto social, te llaman facha. Así es complicado, esto solo beneficia a los que se encuentran en ambos extremos de la cuerda.
El 4 de agosto del verano pasado se contabilizaron 1.505.510 personas en Mallorca. Mallorca cuenta con una superficie de 3.640 km². Echen cuentas: 414 personas por kilómetro cuadrado. ¿Podemos decir que hemos llegado a una especie de cima sin que nos tachen de ecoterroristas?
La tasa de deuda pública en España sigue subiendo trimestre tras trimestre. Dicen que en los últimos tiempos lo hizo empujada por la inflación y los efectos de la invasión rusa. Con todo, ¿plantear un sistema más eficiente y recortes puntuales nos iguala al peor de los fascistas?
Esto son solo dos ejemplos. Sé que la centralidad no goza de buena prensa, pero pienso que no está mal romper alguna lanza a su favor.