ocotito, ta
De ocote e -ito.
1. m. y f. Méx. Persona que fomenta discordias.
En la tribuna de los oradores de nuestro Parlamento español; un diputado, al que no quiero dar importancia, se mofaba de la contrariedad de fulminar a la Ministra de Igualdad en el que parece ser el gobierno más feminista de la historia, hasta la fecha.
La realidad es que, esta está especialmente empeñada en incomodar a las mujeres, sobre todo a las feministas de linaje. Con provocaciones como una más que agujereada ley de ‘solo sí es sí', que otorga a algunos agresores sexuales la opción de ser liberados de sus condenas antes de lo sentenciado por los jueces. Además de negarse a rectificar ante el clamoroso error de sus correcciones legislativas. Seguir dejando lagunas jurídicas para delitos como los vientres de alquiler, también con casos convertidos en mediáticos. Ni empezó el infinito camino que sería cumplir con su promesa de legislar prohibiendo la prostitución. Y se empeño y consiguió que sin apoyos profesionales cualquiera, incluido menores, puedan hormonarse y mutilarse, convirtiéndolo en falso grado de derecho humano. Casi tan descabellado como ser capaz de aprobar una ley mordaza para su ley trans; pese a sus propias reivindicaciones frente la ley mordaza existente.
Su único logro es crear un impresionante laberinto para confundir género con sexo; que no deja de ser un mérito que haya logrado tanta gente que pique en la confusión, cuando el sexo es inmutable.
Un ministerio que apoyó a colectivos trans como ‘furia trans' que atacan públicamente a las feministas. Como lo hicieron con pancartas colgadas en puentes durante al 25 de noviembre del pasasdo año.
Y es que, en estas fechas, se hace difícil no pensar en que el número de mujeres asesinadas durante el año esta cerca de las cifras anteriores, llegando a estar entre las más altas; lo que da fe de que en el trabajo de este Ministerio no se puso toda la carne en el asador para solucionar, o por lo menos menguar, esta lacra.
Se ha celebrado el Día Internacional por la Erradicación de la Violencia contra la Mujer y la sensación es que pasan los años y el horror persiste, sobreponiéndose a gobiernos feministas y a ministerios más morados que no llegan a ser capaces de constatar lo de que querer es poder.